viernes, 30 de octubre de 2015

15 páginas

Este poema lo escribí en el curso de poesía de El Escorial con el poeta y maestro Enrique Gracia Trinidad. Lo dediqué a Ivy cuando estaba por cumplir 15 años de edad.



QUINCE PÁGINAS

A Ivy



1992
 Llegaste. Iluminaste mis oídos

1993         
Un año de alegría, llantos, risas, luz

1997
Cinco años en mi vida
                                      lumbre
                                      alumbre
                             fuego de ojos     libre

2001
Salta, salta
                                      saltarina inerte
                                      leve            aleve
                             diáfana                tramontana
                   ráfaga                           vientecillo sagaz

2005  
Exploro en ti
                                      risueña cantarina
                             verdad envuelta  
                                      en sedas y tatuajes
                             ornamentos inútiles              ficticios

2007
Quince años.
          Libro abierto de escritura ciega
          meiga                  fiera

          Dócil oveja
          tímida y ligera

          Huyes despavorida
          en fuga pasajera

                             Y yo en mí,
humilde                        
y arrobada
          alzo la cara al cielo
          

¡Gracias!




Susana Arroyo-Furphy

viernes, 24 de abril de 2015

PEPITO

Pepi  llegó a mi vida en un momento en el que necesitaba una compañía muy cercana. Yo me había ido a vivir a Australia y me había casado con Ken, un maravilloso hombre australiano. Él tenía un perro que se llamaba Charly. Por circunstancias que no vienen al caso, Charly murió y nos quedamos sin mascota.
En algún momento de nuestras vidas decidimos tener pajaritos. Así logramos una decena de Lovebirds, encantadores. Sin embargo, nuestros viajes constantes hacían difícil mantener la quietud del gran aviario que Ken había construido. Tuvimos que deshacernos del aviario y con él…, de los hermosos lovebirds.
Es quizá este momento el que me subyuga, me hace pensar en la indestructibilidad de las emociones, en la reparadora compañía.
Pepi, acaba de cumplir cuatro años y en este tiempo ha llenado espacios que se encontraban –y continúan encontrándose– latentes en mí, como el deseo de tener alguien a quien cuidar.

Muy joven tuve dos hijos de un matrimonio a muy temprana edad, era casi adolescente. Mis hijos ahora rondan los 40 años. Así que con este instinto maternal he buscado y por fortuna he encontrado en Pepi una razón más para vivir, sobre todo en esta curiosa forma que me he impuesto: la vida en la lejana Australia.
El diario convivir con Pepi, descubrir su carácter, sus emociones, sus grandes destrezas y, sobre todo, la increíble compañía que me brinda, hace de mi vida sedentaria y solitaria un cúmulo de emociones. Jugamos varias veces al día, le lanzo un juguete y él, expectante, lo busca y me lo trae, le pido que lo deje en el suelo y lo detiene con sus patitas delanteras que parecen manos.
Pepi es un hermoso Brittany Spaniel, tiene los colores acendrados de su bello linaje: café o marrón oscuro, como el tabaco, en manchas que salpican su blanco cuerpo. La parte derecha de su cara está jaspeada por una especie de pecas de color marrón. Y entonces los bigotes de ese lado de la cara son oscuros y los del otro lado son blancos.
Quiero a Pepi, no sólo por la compañía que me brinda sino porque lo respeto, lo admiro y lo entiendo en su andar perruno.
Diario descubro cosas nuevas con él. Es tierno, suave, cariñoso pero suele ser fuerte y valiente, todo un retriever.
Espero que estemos mucho tiempo juntos y aunque sé que la vida nos separará en algún momento, nunca habrá nada que destruya los hermosos lazos que hemos logrado.



jueves, 9 de abril de 2015

Vuelo a Dubai


Una vez más regreso
Lloro
siempre lloro
Ahora incontenible, desconsolada
Bebo cava salpicada con olivas
tus olivas
las que me diste en el mercadillo
Y lloro
de nuevo
Las niñas musulmanas me ofrecen
consuelo y pañuelos desechables
sus enormes ojos preguntan
y no sé qué contestar
Resueltamente pido una foto juntas
No lo tenemos permitido
me dicen
Y sigo llorando
en este continuo vuelo
en este comer olivas y beber cava
confundido entre mis lágrimas