Permanece a mi lado, cuando se apegue mi luz,
y la sangre se arrastre y mis nervios se alteren
con punzadas dolientes. Y el corazón enfermo
y las ruedas del tiempo giren lentamente.
Permance a mi lado, cuando a mi frágil cuerpo
le atormenten dolores que alcanzan la verdad.
Y el tiempo maniaco siga esparciendo el polvo.
Y la vida furiosa siga arrojando llamas.
Permanece a mi lado cuando mi fe se seque,
Y hombres, las moscas del último verano
que colocan sus huevos, y piquen y canten
y tejan sus pequeñas celdas y mueran
Permanece a mi lado, cuando vaya apagándome.
Y puedas señalarme el final de mi lucha.
Y el atardecer de los días eternos
en el bajo y oscuro borde de la vida.
y la sangre se arrastre y mis nervios se alteren
con punzadas dolientes. Y el corazón enfermo
y las ruedas del tiempo giren lentamente.
Permance a mi lado, cuando a mi frágil cuerpo
le atormenten dolores que alcanzan la verdad.
Y el tiempo maniaco siga esparciendo el polvo.
Y la vida furiosa siga arrojando llamas.
Permanece a mi lado cuando mi fe se seque,
Y hombres, las moscas del último verano
que colocan sus huevos, y piquen y canten
y tejan sus pequeñas celdas y mueran
Permanece a mi lado, cuando vaya apagándome.
Y puedas señalarme el final de mi lucha.
Y el atardecer de los días eternos
en el bajo y oscuro borde de la vida.
Interpretación al fragmento 50 del poema "In Honorem" de Alfred, Lord Tennyson (1809)
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