domingo, 14 de noviembre de 2010

¿Qué más te puedo dar?

Te di radiantes mañanas de sol
derramadas en impávidos muros.
Diletantes aves entonaban
para ti
acendrados coros.
En tu balcón tímidas violetas
asomaban sus pétalos medrosos.
A veces, por la tarde, lluvia serena
embriagaba el voluptuoso mar
cuán insistentemente azul
intentaba acercarse a ti
ola tras ola.
Ocasos rojos,
dorados reflejos,
tardes siempre mustias.
Y las noches
¡ah, la noche...!
en caricias delirantes
una a otra, incontables.
Me di a ti por completo,
mi ser, mi delirante vida,
mi lluvia, mi sol, mi mar,
aquél,
el mío
…pero no fue suficiente.

 Susana Arroyo-Furphy

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